Saluda del Presidente de la Diputación de Albacete

‘En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme…’ es el inicio de una obra universal que, en sólo 12 palabras, representa el poder sempiterno que atesora la lectura y, con ella, los libros. Al leer esta línea, sin necesidad de ningún tipo de información adicional, nuestra mente ha construido una historia, la del ingenioso hidalgo, y nos hemos transportado en el espacio y en el tiempo, actualizando en nuestra mente un relato que forma parte de nosotros y de nosotras.

Somos aquello que leemos, tal y como lo describió Borges, y eso evidencia la fuerza transformadora que esconde cada relato que llega a nuestras manos. Leemos para aprender, para reflexionar, para disfrutar, para soñar… y al hacerlo no volvemos a ser las mismas personas; cada obra en la que nos sumergimos es un viaje submarino, tal vez a veinte mil leguas, que nos agita, que nos evoca y nos interpela directamente, recordándonos que cada día podemos descubrir y sentir algo nuevo.

La lectura es un ejercicio de libertad que va mucho más allá del acto autómata que aprendemos en la más tierna infancia; es comprensión y empatía, es entrega y pasión… es tener una maleta siempre lista, como Sira Quiroga, para viajar donde el corazón te lleve en cada página, en cada párrafo… Y, al mismo tiempo, es la predisposición para dejar a un lado los prejuicios, saltar al vacío y vivir la vida de personajes que nos cautivan, como la joven e inocente costurera en Tánger; que nos enfadan, como el seductor sin escrúpulos Ramiro Arribas; o que nos sorprenden, como las hijas del Capitán abriéndose camino en New York.

Es ahí donde reside la magia y la grandiosidad que hace único a cada libro, porque una vez que nos zambullimos en su interior no hay espacio para la indiferencia y, al pasar cada página, a medida que avanza la historia vamos sintiéndonos parte de ella. Quién, por ejemplo, no ha construido alguna vez en su cabeza las calles de Macondo o ha deambulado por las de Vetusta.

Y frente a esa idea recurrente que apunta a que leer es un acto individual, me alegra enormemente comprobar, año tras año, cómo, en esta provincia, leer es un acto colectivo y compartido gracias a nuestros 281 Clubes de Lectura distribuidos ‘del uno al otro confín’ de ese territorio. Esta actividad es mucho más que un encuentro en torno a un libro; es un espacio abierto a la reflexión, al aprendizaje… en el que conocer otras perspectivas nos ayuda a descubrir nuevos matices, a caminar entre nuevas inferencias y a dejar volar la imaginación por derroteros que desconocíamos.

Por ello, la celebración de este XVIII Encuentro Provincial es un verdadero orgullo para la Diputación de Albacete, una institución que está plenamente comprometida con el fomento y la animación de la lectura desde el convencimiento de que al leer estamos construyendo una sociedad mejor, con pensamiento crítico, con mayor capacidad de observación, con más empatía, con más curiosidad, más imaginativa y más libre.

Y felicito al Ayuntamiento de Alpera por su disposición e implicación para acoger este evento con el que esta iniciativa, que alcanza la mayoría de edad, regresa tras el parón obligado a causa de la pandemia, reuniendo en esta localidad a colectivos de más de 30 municipios albacetenses, en un acto que confío en que sirva también como un pequeño homenaje a todos esos libros que nos mantuvieron a flote en los peores momentos del confinamiento.

Además, contar con María Dueñas es un privilegio que, a buen seguro, nos permitirá seguir aprendiendo y, al mismo tiempo, disfrutar de nuevo de su obra desde otra perspectiva. De hecho, la grandeza de la lectura hace posible que un mismo libro, un mismo relato…, leído por la misma persona en dos instantes diferentes de su vida sea una historia distinta.

Y en esta lista de agradecimientos, no quiero olvidar el importante papel que desempeñan los bibliotecarios y bibliotecarias y las propias Biblioteca Municipales de la provincia; son un espacio abierto a la cultura y a la imaginación; una ínsula de encuentros en la que Don Quijote siempre puede cabalgar a lomos de Rocinante, Sancho Panza llega a ser gobernador y los Molinos de Viento giran sus aspas convertidos en enormes gigantes.

Disfrutad de este Encuentro de Lectura; hacedlo con la pasión con la que Ana Karenina se enamora del joven militar, con la fuerza de la Zapatera Prodigiosa, con la cordura de Dulcinea sazonada con esa necesaria locura de Don Quijote y con la ilusión del Principito, porque quienes disfrutamos con cada libro, si sabemos que vamos a leer, por ejemplo, a las 4 de la tarde, desde las tres, empezaremos a ser dichosos.

 

SANTIAGO CABAÑERO MASIP

PRESIDENTE DE LA EXCELENTÍSIMA DIPUTACIÓN PROVINCIAL DE ALBACETE