Un poco antes de las cuatro la mesa con el mantel está preparada; a esa hora llegará Sole: ¿soy la primera?, ¡qué poca puntualidad!; después llegarán Jesús, Paqui y las demás…; no siempre por este orden, claro. La encargada o encargado del café de ese día lo servirá y ofrecerá los dulces. Después comenzamos a charlar…, pero no del libro; ellas comenzarán a hablar de sus asociaciones o de lo que ha ocurrido durante la semana; hace años que mi fuente de información para las cosas que suceden en el pueblo es el Club de Lectura. Después, con mucho tacto, intentaré que la conversación derive hacia el libro (unas veces lo consigo y otras no tanto). La charla va y viene del libro a todo lo demás: enfermedades, separaciones, actividades, fiestas, viajes, recuerdos…, sobre todo recuerdos, y vuelta al libro…, o no.

Nuestro Club siempre ha sido bastante informal…; pero así llevamos casi veinticinco años. Nunca me ha importado que en las sesiones se hable sólo del libro que llevamos entre manos; me ha importado que ese libro se lea, guste y se entienda, y eso, más o menos, creo que lo hemos ido consiguiendo a lo largo de todos estos años. Las sesiones nos sirven, la mayoría de las veces, como desahogo y como una excusa para juntarnos y tomar café; sin embargo, la excusa para tomar ese café, es un libro, y eso sí me parece importante.

Así es como empiezan las sesiones de nuestro Club de Lectura, así es como lo hemos hecho durante muchos años, y espero que así se siga haciendo muchos años más.

A lo largo de todo este tiempo hemos llegado a leer la gran mayoría de los lotes que encontramos en la Biblioteca Pública de Albacete, y muchos pedidos a otras bibliotecas. Y eso, en un Club donde algunas de las personas (todas mujeres menos Jesús y yo) tienen un nivel de formación académica (sólo académica), bajo, o muy bajo.

Durante  estos años y gracias, en gran parte, a los Encuentros de Clubes de Lectura, hemos visto como el número de estos iba aumentando de una manera exponencial; si en un principio todos los componentes de los clubes cabíamos en el salón de actos de la Biblioteca Pública, ahora necesitamos el Palacio de Congresos para reunirnos  y poder juntarnos todos. Los clubes de lectura, son, sin ninguna duda, la actividad de Animación a la Lectura  más importante que se ha desarrollado en nuestra provincia.

Los clubes son un lugar de Encuentro, un lugar para compartir, un lugar para hablar de libros y para hablar de la vida. Un lugar para reunirnos en torno a un autor y a un título, y donde todas esas historias que leemos y que compartimos comenzarán a formar parte de cada una de las personas que componen el grupo.

Hay muchos tipos de clubes de lectura: grupos de gente más preparada, menos preparada, grupos de idiomas, infantiles, juveniles, de personas con capacidades diferentes, grupos mayores o grupos más pequeños,  de Albacete o del más pequeño de los pueblos de la provincia…, pero a todos nos unen las mismas cosas: el amor a los libros, la necesidad de compartir las historias que se cuentan en esos libros, compartir  ideas, nuestro tiempo y compartir experiencias. Sin duda, los clubes de lectura son una de las actividades más gratificantes de las que desarrollamos en las bibliotecas, o en otras instituciones o espacios.

Leer y leer juntos para encontrarnos en un libro y encontrarnos en la vida. Eso son, más o menos, los Clubes de Lectura de la Provincia de Albacete.

Hace tiempo que sabemos que no podemos cambiar el mundo con todas sus miserias, pero sí podemos hacer del nuestro un lugar un poco mejor y llenarlo de sentido. Para eso sirve también un club de lectura.

Paco Alfaro.

Coordinador del Club de Lectura Federico García Lorca de Ossa de Montiel.

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